Antes de empezar a trabajar una instantánea para recordar a estos sufridos representantes de Guppy 2000 que ceden con gusto unas horas de su domingo para  que el mundo sepa de la salud de nuestro litoral. De izquierda a derecha: Víctor, Lander, Andrea, Eneko y Carlos.

Rápidamente nos pusimos a la tarea: guantes, termómetro, test varios para analizar el agua, botes para recoger muestras, formulario del programa, instrucciones, ...¿quién tiene un boli?... parece que lo tenemos todo, ¡ale, a currar!.

La playa estaba en condiciones inmejorables: uno de los muchos indicadores de la buena salud de un ecosistema, es la presencia de vida; plantas, microorganismos, invertebrados, etc. Fijaos en los cormoranes que se calentaban al sol para iniciar la jornada; su presencia es un buen síntoma ya que se hallan cerca de la cúspide de la pirámide trófica.

El resto de las imágenes habla por sí solo: medimos la dureza del agua, la cantidad de oxígeno en disolución y otro muchos parámetros.

El tiempo acompañó y el sol lució en ocasiones con cierta fuerza, por fin nos dimos la vuelta y el guía nos devolvió a la civilización.

La verdad es que el paisaje que se divisaba era precioso...